Pese a que la ilusión de que los submarinistas, entre ellos una mujer, estén con vida en el fondo del mar se desvanece cada día, el vocero de la Armada, el capitán de navío Enrique Balbi, dijo ayer que “si bien van 11 días, esto no quita que puedan estar en una situación de supervivencia extrema”.
“Por remota que sea la posibilidad (de sobrevida) aún no la abandonamos”, dijo por su lado el capitán de marina Román Olivero, quien colabora en los vuelos de búsqueda por avistaje de un avión militar norteamericano P-8. “Las probabilidades han disminuido pero no son cero”, agregó.
Horacio Tettamanti
Experto ingeniero naval
El experto ingeniero naval Horacio Tettamanti dijo a la AFP que “considero descartada toda capacidad de sobrevivencia a partir del día 14. Tampoco descarto un milagro”.
La influyente diputada oficialista Elisa Carrió había dado por “fallecidos” a los tripulantes en un programa especial del canal 13 la noche del sábado.
Esfuerzo de búsqueda
El mayor “esfuerzo de búsqueda se concentra en las unidades de superficie” con sonares y radares, dijo Balbi.
Las operaciones del “ARA San Juan”, que habría sufrido una explosión, se organizan desde la mayor base de la marina argentina, en Bahía Blanca, 800 Km al sur de Buenos Aires.
En la zona de búsqueda hay olas de tres metros y vientos muy fuertes, según partes meteorológicos.
La esperanza de hallar al sumergible, que se comunicó por última vez el 15 de noviembre para reportar una avería en las baterías, se centran en los modernos equipos de detección enviados por Estados Unidos y Rusia. Ambas misiones aún no llegaron al área de rastrillaje, a más de 450 km de las costas de la Patagonia (sur).
“De un despliegue de esta magnitud (14 países) no hay antecedentes en la historia naval de la humanidad. La búsqueda más difícil en el mar fue la del Titanic, en la inmensidad, después de casi un siglo, sin ningún tipo de precisión de la ubicación y a 5.000 metros. Y fue encontrado. Tengo la convicción de que el ARA San Juan será hallado”, dijo Tettamanti.
El lecho marino en la zona de búsqueda “es muy irregular, con muchos cañadones y quebradas”, apuntó Carlos Zavalla, un excomandante del navío, en el mismo programa de canal 13.
Al operativo se sumó ayer el buque civil Sophie Siem con una cápsula estadounidense de rescate, tras zarpar desde Comodoro Rivadavia, 1.750 Km al sur de la capital.
Antes de partir, en un emotivo momento, el capitán del barco, Aníbal Miranda, agradeció a los marinos formados, entre ellos norteamericanos. Los llamó “hermanos del mar”.